15 November 2025
El auditorio de los Jameos del Agua, en Lanzarote, fue el escenario de la gala de la II edición de los Premios Azul Zero, unos galardones que distinguen a personas y proyectos que impulsan cambios transformadores en favor de la sostenibilidad, la vida y la diversidad. Entre los premiados de esta edición se encuentra Antonia Varela, doctora en Astrofísica y directora de la Fundación Starlight, reconocida por su compromiso en la protección del cielo nocturno y por situar este recurso natural en el centro de las estrategias de sostenibilidad internacional.
La ceremonia comenzó con la bienvenida de la presentadora virtual Ana 2972, seguida de la intervención del presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, quien subrayó que la isla “encarna la sostenibilidad y el compromiso con la belleza unida a un propósito”. La gala fue conducida por la periodista Ángeles Blanco y contó con varias actuaciones musicales, así como con la entrega del Premio Lava Azul a la propia presentadora, otorgado por los Centros de Arte, Cultura y Turismo.
Los impulsores de los premios, el doctor Sánchez Molina y la antropóloga Carmen Albertos (Banco Mundial), recordaron que Azul Zero distingue proyectos que transforman el mundo “cuidando el planeta” y promoviendo un compromiso ético con la vida.

En su intervención, Antonia Varela recordó que la sobreiluminación es una forma creciente de contaminación que contribuye al cambio climático y altera profundamente los ecosistemas, afectando a la biodiversidad, la salud humana y el equilibrio natural del planeta. Subrayó además que la defensa del cielo oscuro no es únicamente una cuestión científica, sino un compromiso cultural, medioambiental y social.
Varela destacó que el astroturismo se ha consolidado como una herramienta clave para promover un modelo de desarrollo sostenible que combina ciencia, conservación y economía local. Sus valores se basan en la apreciación del cielo nocturno como patrimonio natural, cultural y científico, impulsando actividades respetuosas que fomentan la educación ambiental, la protección de la biodiversidad y la dinamización de entornos rurales. En esta línea, la Fundación Starlight trabaja desde hace años para proteger la calidad del cielo nocturno mediante certificaciones internacionales, programas formativos y acciones de divulgación que ponen en valor la importancia de reducir la contaminación lumínica. A través de la colaboración con territorios, instituciones y comunidades, la Fundación ha consolidado una red global que entiende el cielo estrellado no solo como un recurso turístico, sino como un indicador de sostenibilidad y un legado que debe preservarse.
“Somos polvo de estrellas, pero también somos responsables de preservar este legado que compartimos con todas las generaciones futuras”, afirmó. “La contaminación lumínica avanza más rápido que las medidas de mitigación, pero existe un camino claro: concienciación, regulación y acción conjunta”.
ODS18: el cielo estrellado como Objetivo de Desarrollo Sostenible
Varela aprovechó este reconocimiento para recordar los valores de la Declaración de La Palma y la propuesta internacional liderada por la Fundación Starlight y apoyada por entidades científicas, territorios certificados y organizaciones de todo el mundo: el ODS18, que plantea integrar la Protección del Cielo Nocturno como un nuevo Objetivo de Desarrollo Sostenible en la agenda internacional.
El ODS18 defiende que el cielo oscuro es un indicador esencial de sostenibilidad, un termómetro de la salud del planeta y un eje para el desarrollo rural, la biodiversidad, la investigación científica y el turismo responsable. Su incorporación como objetivo global permitiría reforzar políticas públicas, impulsar la regulación de la iluminación, promover tecnologías respetuosas y proteger un patrimonio natural que está desapareciendo de manera acelerada.
Este Premio Azul Zero reconoce la labor de la Fundación Starlight como referente internacional en la lucha contra la contaminación lumínica y en la promoción de un modelo de desarrollo sostenible basado en la conservación del cielo. Bajo la dirección de Varela, la entidad ha reforzado su proyección internacional, ampliado sus programas formativos, consolidado la red de territorios Starlight en todo el mundo y fortalecido alianzas con instituciones científicas, educativas y de conservación.
La gala premió también a figuras como Javier Goyeneche (Ecoalf), Myrna Cunningham, María Neira (OMS), Mariam Issoufou, Carlos Mallo (Innoceana), Carl Honoré, Patricia Yurena Rodríguez, José Díaz (Educanepal) y, a título póstumo, al artista lanzaroteño César Manrique, cuyo legado fue destacado por la Fundación César Manrique.